Por Ramón González Barbet

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Desde hace más de un año hemos venido comentando los estragos que ha causado esta pandemia del coronavirus, situación que nos vino a cambiar la vida a todos, porque nos obligó a vivir con una nueva realidad social, política, económica e incluso familiar, para tratar de proteger y cuidar a nuestros seres más queridos y más cercanos, exigiéndonos a guardar una muy sana distancia.

Dentro de nuestros hábitos, costumbres y pasiones está nuestro deporte Nacional por excelencia, que también se ha visto seriamente afectado en los festejos de los 100 años de la Asociación Nacional de Charros, emblemática Asociación enclavada en nuestra Ciudad Capital, festejos de su primer Centenario que se venían proyectando y planeando con un gran entusiasmo para realizar una gran fiesta social y deportiva, que por lo regular se iniciaban en las 2 ultimas semanas de mayo, con un Torneo de Equipos Charros, Feria de Escaramuzas y Caladeros en ambas categorías, para llegar a la primer semana de junio cerrando los festejos con una Gran Charreada de Gala, y todo estaba dispuesto para que este Aniversario tan especial, tuviera una gran fiesta que justificara sus primeros 100 años de vida.

Desafortunadamente el Presidente electo, Fernando Rodríguez Medellín y cada uno de los socios de esta legendaria Asociación, se quedaron como las novias de pueblo, sin poder hacer nada y con una crisis que los ha venido afectando día a día. La Asociación Nacional de Charros, La Decana de la Charrería en México, es un gran baluarte dentro de este deporte, ya que sus aportaciones han sido aceptadas, reconocidas y practicadas por varias generaciones, durante muchos años, máxime que representantes de esta casa charra, fueron quienes iniciaron los trámites para que “La Charrería” fuera reconocida ante La Organización de las Nacional Unidas (ONU), como “Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad”, trámites que se llevaron varios años para aportar las pruebas y los elementos necesario para establecer de manera contundente que la charrería es parte de la historia de México, que forma parte de sus costumbres y que ha trascendido al fomentar un acervo cultural con la música, la pintura, la poesía, la vestimenta y hasta en la gastronomía, confirmándose que todos estos elementos forman parte de una identidad nacional.

Con todo lo anterior, la Asociación Nacional de Charros ha tenido una obra social y cultural muy importante, generando en los niños que se inician en esta disciplina valores, cariño y respeto, pero desafortunadamente con esta pandemia las Autoridades de esta Ciudad Capital han mostrado abiertamente la falta de interés o ignorancia de lo que significa este Deporte-Arte, al no otorgar las facilidades necesarias para la práctica y difusión de lo que es hoy en día la charrería.

Consejo Directivo para el Festejo de las Fiestas del Centenario