Por Juan Ramón González G

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El 22 de marzo de 1953, Don Luis Ortega Ramos pudo consolidar uno de sus proyectos más exitosos hasta nuestros días, ya que, en esos tiempos, nuestro Deporte Nacional solo era una disciplina para hombres, así que hacía falta la participación de las mujeres y de los niños. El acontecimiento histórico se realizó en las antiguas instalaciones de la Asociación Nacional de Charros, entonces ubicadas en Ejército Nacional y Shiller, de la Ciudad de México, donde participaron los pequeños Graciela, Ma. Eugenia y Arturo Ruíz Loredo, junto con Guadalupe, Antonio y José Camacho Elorriaga, formando así la primera escaramuza charra, que haría de la charrería un deporte familiar, proyecto apoyado por Everardo Camacho Mora, quien entonces era Presidente de la Nacional.

Este acontecimiento cambio la historia de la charrería, ya que al paso de los años, las mujeres han trabajado y fortalecido a nuestro Deporte Nacional, incluso ahora las competencias femeninas tienen un alto grado de exigencia para las participantes y sus cabalgaduras, porque las rutinas cada vez se acercan más a la perfección y coordinación de todas las integrantes, pero además, la vestimenta también ha tenido una importante evolución, que va de acuerdo a la charrería competitiva de hoy en día, ya sea portando el traje de charra o el vestido de Adelita, las 8 integrantes van totalmente uniformadas, adecuando la sincronía de todos los detalles, lo que hace de esta disciplina un verdadero espectáculo de belleza, competitividad y amor por México.