Por Ramón González Barbet

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Ciudad de México / 09 Mar 23. Internacionalmente el 8 de marzo se conmemoran los derechos de las mujeres, y actualmente también pelean y luchan para no ser agredidas, asesinadas, violadas, desaparecidas, acosadas, explotadas, discriminadas, golpeadas, abusadas, etc., etc., siendo las víctimas, que hoy día, en varios casos subsisten y persisten contra viento y marea, con el beneplácito y complicidad de múltiples autoridades.

Así, bajo estas condiciones, en pleno siglo XXI el sector femenil de la Charrería Federada continúa siendo agredido, abusado, utilizado y discriminado, ya que la mujer de a caballo no es tomada en cuenta para votar y ser votada, a pesar de que cumple con la infinidad de requisitos para federarse, como pagar su inscripción a la Institución, adquirir la vestimenta adecuada, contar con albarda (Montura femenina), botas, sombreros, arreos y caballo, entre muchas otras cosas más, siendo un compromiso individual y colectivo que les exige prácticas constantes para lograr la sincronización individual, de grupo y cabalgaduras, teniendo como finalidad llegar a los Campeonatos Oficiales, como los Estatales y el Campeonato Nacional de cada año, situación que les demanda grandes retos y gastos como los transportes, viáticos y hospedaje, pero además, tener por lo menos una práctica en la sede oficial para conocer las dimensiones del ruedo y del piso (reconocimiento de terreno); lamentablemente, para cubrir este último requisito, por lo regular a las mujeres se les dan los horarios más incómodos, que es cuando los charros terminan sus faenas, partiendo de la media noche, durante la madrugada y solo por 10 0 15 minutos, siendo una situación abusiva, pero como dice el dicho “No tiene la culpa el Indio, si no el que lo hace Compadre”, ya que desafortunadamente el sector femenil de la Charrería Federada ha permitido este trato desigual, pero lo mas importante es saber ¿Hasta cuándo lo van a permitir?.

Si bien es cierto, el Sector Femenil de esta Federación se empezó a organizar gracias a la iniciativa de Carlos Pascual como Presidente (1988-1991), quien buscó que la participación de las escaramuzas se reglamentara para tener eventos competitivos y no solo de exhibición, anteponiendo el respeto a la mujer e integrándola para convertir este deporte en un plano familiar. Para poder llevar a cabo estas medidas, se hizo un consenso a nivel nacional para generar sus normas y reglamentos, a través de seminarios y propuestas con elementos de todo México.

Ahora, este pasado miércoles 8, durante la marcha que se llevó a cabo en Paseo de la Reforma, de la Ciudad de México, se vio la participación de la mujer de a acaballo, pudiendo observar que algunas damas portaban pancartas en la que exigen el derecho para votar en la charrería, aunque hay quien piensa diferente, tal es el caso de la Sra. Patricia Carrasco, a quien conozco desde hace tiempo y es una excelente entrenadora, pues me escribió diciéndome que para ella “Es más importante tener competencias transparentes que votar”, dese luego existe diversidad de opiniones, pero lo más importante seria hacer un consenso en todo el Territorio Charro para darle a la mujer el valor que realmente tiene, con derechos y obligaciones.