Por Ramón González Barbet

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Terminó la “XXIX Edición del Campeonato Nacional Infantil, Juvenil y de Escaramuzas, San Luis Potosí 2022”, comúnmente conocido como “El Nacionalito”, contienda infantil que se realiza cada año durante las vacaciones de verano. Este año el evento fue sometido a una cirugía mayor, ya que el Presidente Nacional, José Antonio Salcedo López, impuso una cuota de inscripción a Equipos Charros, Charros Completos y Escaramuzas, importe suficiente para que ellos mismos pagaran la premiación correspondiente a los que lograron llegar a las finales de cada categoría. También se impuso un costo desmedido a los artesanos de artículos charros, restaurantes y expositores en general, situación que elevó en mas de un 300% el precio de los diferentes productos, sin dejar a un lado que también el acceso tuvo un costo de 115 pesos, concesión que fue libre para la Federación Mexicana de Charrería (FMCH), sin embargo, todas estas agravantes no impidieron que las Fuerzas Básicas de la Charrería Federada participaran con un entusiasmo desbordado, mostrando grandes habilidades en cada una de las suertes charras, desde la categoría Dientes de Leche, hasta los infantiles y juveniles, incluyendo por supuesto al sector femenil, quienes tuvieron una participación muy destacada, así que por lo que se ve, la Charrería como Deporte tiene un futuro asegurado con todos estos grandes representantes de nuestra Disciplina Nacional.

Desafortunadamente esta administración 2020-2024 se aprovecha del entusiasmo y del gusto por la charrería, de sus valores y de su gran afición, para imponer este tipo de medidas que ponen en entredicho el motivo real y auténtico para federarse, porque hoy día no hay un apoyo serio por parte del Órgano Rector de este deporte, para fomentar y promover a la charrería como deporte, sobre todo en las categorías infantiles, pero además, como una función social, pues desafortunadamente todo debe llevar un pago por adelantado.

Aparte de todo este entorno que ve en contra de los principios y valores básicos de una Federación, el Coordinador Nacional de Jueces Humberto Mora Brown, nuevamente se pasó por el Arco del Triunfo la decisión de los Jueces, en una puntuación que ya se había cantado y asentado en las hojas de calificación y me refiero exactamente a la protesta realizada por la Escuela de Charrería Amando Gil Laguna, del Estado de Hidalgo, ya que la Cala de Caballo de la Categoría Infantil “A”, fue calificada de 43 menos 2 dando un total de 41 unidades, posteriormente, en la ultima charreada de la misma categoría, en la que participó Rancho El Pitayo, levándose de 44 puntos menos 3 malos para 41 tantos también, así que para la tabla de posiciones se utilizó el primer criterio de desempate, que consiste en darle el triunfo a quien tenga menos puntos malos, pero al dar la reseña de los resultados finales, ya no eran 41 puntos los de Rancho el Pitayo como se asentó oficialmente, sino 42, y con esto le quitaron el primer lugar a quien se lo había ganado por mérito propio.

Cala de Rancho El Pitayo Infantil “A”

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Campeón sin Corona de Cala de Caballo Infantil “A”, de la Escuela de Charrería AGL

Al hacer el reclamo correspondiente al Coordinador Nacional de Jueces, justificó la calificación mencionando que cuando revisó la hoja de calificaciones, estaba mal rayada y que faltaba sumar un medio lado de un punto, mismo que si cualquier persona ve el video, se dará cuenta de que no existe.

Esta controversia es verdaderamente lamentable porque no es la primera vez que Mora Brown trata de justificar lo injustificable, recordemos la cala, también de Rancho El Pitayo, realizada durante el pasado Congreso Nacional Aguascalientes 2021. Este actuar deja muy mal parados a los Jueces que oficializaron la calificación, incluso al representante de Rancho El Pitayo, porque levanta un cúmulo de especulaciones por ser el equipo del Presidente Nacional, pues perdiendo se gana más que imponiendo una calificación que hace ver mal a la misma Institución que representan.