Por Ramón González Barbet

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Ciudad de México / 22 Jun 23. A dos años seis meses que entró en funciones la actual administración (2020 – 2024) de José Antonio Salcedo López como Presidente de la Federación Mexicana de Charrería (FMCH), es inocultable que este Órgano Rector está pasando por una verdadera y profunda crisis institucional.

 Esta Federación recibe millones de pesos del Erario Público, a través de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), con el firme propósito de promover y apoyar los integrantes de la Charrería Federada que representa, y muy en especial a las categorías básicas, quienes participan en el “Campeonato Nacional Infantil Juvenil y de Escaramuzas”, que año con año se realiza durante los meses de julio y agosto.

A pesar de esta aportación económica que la FMCH recibe, este deporte federado no cuenta con ningún apoyo institucional, todo esto sin dejar a un lado el respaldo económico que recibe de cada Gobierno Estatal a través del Instituto del Deporte local, para realizar algún campeonato oficial, así como también los ingresos por los patrocinios y la venta de espacios comerciales y taquilla, que ahora cuestan una fortuna; por otro lado también perciben la inscripción de los participantes, siendo en esta ocasión 7 mil por cada Escuadrón Charro, 5 mil por Charro Completo y 5 mil por Escaramuza.

Esta situación es delicada, ya que no hay mayor bajeza que engañar y lucrar con la niñez de nuestro Deporte Nacional, pero mas aún porque no continuó con lo que ya se había establecido desde la administración de Lito Dávila, donde no se cobraba la participación en los eventos oficiales, rompiendo toda norma estatutaria, ya que hoy día, los Campeonatos Oficiales se han traducido en un gran negocio para el Consejo Directivo en turno, sin embargo, en lugar de brindar un respaldo institucional con todas las garantías logísticas y económicas, los participantes se ven obligados a desembolsar grandes cantidades para poder ser parte del evento, además de los viáticos que se requieren, situación que a los Federativos les vale un cacahuate, pues ellos simple y sencillamente aplican sus condiciones sin dar margen a que nadie se exprese, recurriendo a la imposición de medidas en perjuicio de esta comunidad, siendo desde ahora un cuatrienio perdido, ya que se no hay ningún apoyo institucional, pero lo mas grave de todo, es que cada uno de los elementos federados aceptan sumisamente cualquier atropello y abuso de la institución que los representa.