Ayer 20 de noviembre iniciaron los festejos de “Aniversario de la Agrupación de Charros Regionales de la Villa”, ubicada en la alcaldía Gustavo A. Madero, festejos que pasarán a la historia marcados por el covid-19, ya que en la Ciudad de México estamos en semáforo naranja con alerta máxima, en la que no se pueden realizar eventos, y mucho menos en esa Alcaldía, donde se tiene una mayor afluencia de contagios, adoptando la ley seca y la prohibición de festejos.

Realmente es irresponsable organizar cualquier festejo bajo estas condiciones, pero además, en este caso, también por la cuestionable administración de Ricardo Mancilla Pérez, donde todo parece indicar, que sin auditoría externa de por medio, entregará su administración al próximo Presidente, quien conjuntamente con su Consejo Directivo, tendrán que cargar y absorber los desvíos económicos de la administración saliente, que no están aclarados, y que tan solo quedarán una vez mas para el registro administrativo y periodístico.

Con sus honrosas excepciones de gestiones pasadas, todo parece indicar que ya es toda una costumbre dejar sin aclarar los ingresos y egresos, a través de un balance contable, y nuevamente los socios de esta Agrupación tendrán que aguantar la burla de una entrega sin ningún sustento, lo que será una papa caliente para el próximo Consejo Directivo.

El crimen asintomático

Estamos a poco más de un mes de que finalice este 2020, año que se convirtió en una pesadilla mundial con la llegada de la pandemia del coronavirus, donde en México, en un inicio la gente tuvo temor a contraer el virus letal y mas o menos procuraron resguardarse y evitar reuniones sociales; posteriormente inició la crisis financiera, y con todo y el temor, la mayoría comenzó a salir a trabajar y con ello a perderle el miedo al covid-19, pues aquello se vio como un regreso a la normalidad, acompañada de un incremento de contagios y decesos.

Como cualquier otro deporte, la charrería se vio en la necesidad de posponer sus eventos oficiales de cada entidad, mismos que se desarrollaron tratando de llevar a cabo las medidas sanitarias, sin embargo, la máxima fiesta anual tuvo que ser cancelada definitivamente, debido a que ningún gobierno estatal podía dar el aval para organizar un evento de tal magnitud, por lo que en una decisión muy responsable, el aún Consejo Directivo de la Federación Mexicana de Charrería (FMCH), encabezado por Leonardo Dávila Salinas, dictaminó que el “LXXVI Congreso y Campeonato Nacional Charro 2020”, quedaría fuera de toda posibilidad de organización.

A pesar del decreto de la máxima casa charra, varias Asociaciones de Charros continúan realizando eventos privados que han traído grandes consecuencias, pues desafortunadamente algunos elementos charros se han contagiado y han perdido la vida; esto es una gran irresponsabilidad por parte de los organizadores y de los mismos asistentes, ya que nos enteramos de que en el pasado Campeonato “El Centenario”, celebrado en Querétaro, algunos participantes, siendo asintomáticos y teniendo conocimiento de que dieron positivo al covid-19, se presentaron a competir. Esto es un crimen, y no se puede llamar de otra manera, ya que el contagiar a alguien podría causarle la muerte.