Por Juan Ramón González G.

charreria.jr@gmail.com

El pasado 4 de diciembre se estremeció el mundo de la charrería, con la noticia del fallecimiento de Don Javier García Sánchez, quien siempre trabajo en pro de nuestro Deporte Nacional; nacido un 27 de noviembre de 1933, en Nopala de Villagrán, Hidalgo, llego a la región de Cuenca de Papaloapan en 1950, donde conoció a Herlinda Kuri Estrada, quien se convertiría en su compañera de vida y con quien tuvo 5 hijos: Francisco Javier, Yamil, Salma, Esperanza y José Roberto. Fue Presidente Municipal de Tuxtepec en el periodo 1993-1995, donde a pesar de no contar con recursos suficientes, tuvo importantes avances, ya que construyo el macro tanque que hasta la fecha abastece de agua potable a varias colonias de la ciudad; su visión lo impulsó a facilitar la instalación de la cervecera que le dio grandes benéficos económicos a la región, gracias a su labor en el 2014 fue nombrado como “Hijo predilecto de Tuxtepec” y se designó su nombre a un parque recreativo.

Dentro de nuestro Deporte Nacional dejo un gran patrimonio para la charrería, ya que siempre trabajo para fortalecerlo y engrandecerlo, exaltando los valores familiares y llevando un mensaje de amistad y hermandad a todos los rincones de México donde se practica la charrería; toda su vida trabajó para la expansión de nuestro Deporte Nacional, gestionó la construcción de varios lienzos que hoy son emblema de muchas Ciudades, como el Pabellón Don Vasco, de Morelia, además, ayudó y colaboró al nacimiento y crecimiento de la charrería en entidades como Huatulco y Tuxtepec.

Durante su campaña para la Presidencia de la Federación Mexicana de Charrería (FMCH), apoyó con recursos propios y de manera ilimitada a los charros de las diferentes entidades del País, tomo las riendas de la máxima casa rectora de los charros en el periodo 1996-2000, donde su desempeño lo convertiría en uno de los mejores Presidentes de la Institución, haciendo un antes y un después y siempre pendiente de la difusión de nuestro Deporte Nacional; se reunía con la prensa especializada los primeros días de cada mes, para darles a conocer los adelantos y planes de la FMCH, modernizó la estructura administrativa de la casa rectora de la charrería, trabajo para que se regionalizaran los campeonatos, en fin, su gestión marco una nueva etapa al impulsar la techumbre en los lienzos charros, con el firme objetivo de que todos los competidores tuvieran igualdad de circunstancias, siempre pendiente de las necesidades, apoyó hasta con maquinaria para la edificación de lienzos.

En el año 2017 se le hizo un merecido reconocimiento al ponerle su nombre a la máxima fiesta anual de charrería, celebrada en Pachuca de Soto; en el 2018 la charrería le daría una de las satisfacciones más grandes, ya que en la ciudad de Zacatecas, su equipo Cuenca de Papaloapan, del que forman parte sus hijos y sus nietos, se coronó Campeón de la Categoría “AAA”, en 2020 ingresa al salón de la fama de la FMCH, un acto que llegó en buen momento para reconocer la importancia de su trabajo para el crecimiento de la charrería a Nivel Nacional, su pasión y amor por la charrería fue tan grande, que lo llevaron a decir la frase ”Me moriré con los botines puestos”, su legado siempre será reconocido a través del tiempo y las generaciones, es por eso que los grandes hombres no mueren, porque se convierten en leyendas.