Margarita Cerón

mexicoycharreria@gmail.com

Ciudad de México / 27 Feb 23.
Escuchar hablar sobre Charrería nos revoca a los campos mexicanos, la dura y férrea labor hecha deporte y a los hombres valientes vestidos a la usanza, con sus sombreros de ala ancha decorados artesanalmente, pero pocas veces se refiere a la mujer de a caballo.

La mujer es el corazón de la familia en México, y dentro de nuestro querido deporte, el alma de las familias, pues en ellas nace el amor, la dedicación y el orgullo por la charrería. ¿Quién no ha visto a una madre gritar al ver a su hija puntear su caballo o a su hijo al hacer el paso de la muerte, siempre hinchada de alegría al ver su desempeño? Pero no solo ahí es donde una mujer se destaca dentro del deporte nacional, pues hoy en día el desarrollo en el ruedo rebaza la imagen que tenían de las escaramuzas como conjunto de jinetes, pues en la actualidad, tenemos un participación mucho más activa e importante, antes solo era una presentación con sus bonitas y hábiles rutinas que sorprendían a los aficionados que gustosos aplaudían la astucia de los cruces y giros.

Es innegable que el montar dentro de un equipo de escaramuzas nos lleva más allá de la pasión, hoy se califica la perfección de la ejecución de los 12 ejercicios obligatorios en las competencias oficiales y amistosas, perfección que solo se logra con horas y horas de práctica en equipo, para culminar los ejercicios correctamente, invertir en Instructores, arreos, vestidos, inscripciones y soñar con participar en el Campeonato Nacional de la Federación Mexicana de Charrería (FMCH).

Hoy en día, también tenemos la oportunidad de participar como parte del Colegio Nacional de Locutores Charros, y que con orgullo les comparto queridos lectores, formo parte activa de este gremio, aprendiendo cómo transmitir la crónica de nuestro tan querido deporte, así como maravillosas mujeres que tienen este amor a la locución charra y que he tenido el placer de escuchar en los lienzos y transmisiones de charreadas amistosas, en igualdad de oportunidad, dentro de sus Estados de procedencia.

Confieso que la participación de las mujeres dentro de las suertes charras me ha sido muy novedoso y me alegra decir que inclusivo, porque nos permite reflejar la realidad de nuestra era, el no discriminar el género dentro de la charreada es plausible a quienes lo iniciaron y que hoy permiten que las hijas de algún coleador, con quien practicó por años, hoy pueda competir, calificado con el reglamento de la FMCH Infantil y juvenil, para no arriesgar la condición física de las damas charras.

Por último, pero no menos importante, es el desempeño de las Reinas, Coordinadoras, Jueces Femeniles, Capitanas, Entrenadoras, Cronistas y Periodistas, pues ellas han sido parteaguas en la difusión, creación y evolución de las mujeres mexicanas de a caballo.

Al fondo la entrenadora muy atenta a su escaramuza Infantil

Orgullosamente todas somos parte fundamental de este único deporte en el que se envuelve el orgullo por las tradiciones, por nuestras costumbres y el respeto por los símbolos patrios, así como la familia y el resguardo histórico de nuestro país en la actualidad. Me siento muy orgullosa de formar parte de este mundo llamado Deporte Nacional, “La Charrería”.