Por Ramón González Barbet

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Nuevamente se pone sobre la mesa la situación Jurídico-Administrativa que se maneja en la Agrupación de Charros Regionales de la Villa, información que está en mi poder, donde dice que desde finales del año 2020, Christian Rosemberg Almanza presentó una Demanda Civil para la restitución de sus derechos como socio activo de esta Agrupación, derechos que le fueron suspendidos de manera arbitraria y sin sustentos jurídicos, por el entonces Presidente Ricardo Mancilla Pérez, quien le tapó el paso a la Contienda Electoral, ya que como Secretario General y aspirante a dirigir a esta Asociación en el 2021, era un candidato bastante fuerte con grandes posibilidades para llegar a la Presidencia, pero además, desconociéndole el fallo de la Comisión de Honor y Justicia interna para restituirlo.

Toda esa perversidad de Mancilla Pérez la hicimos patente en las notas del 5 y 12 de diciembre del 2020; esta situación que se ha vivido con los charros de la Villa va más allá de una jugada sucia, en la que no se midieron las consecuencias y el daño hacia esta emblemática Asociación de la Ciudad de México, porque Ricardo Mancilla Jamás pudo entregar un estado contable vigente y mucho menos justificar el desvío de mas de un millón de pesos a una cuenta externa que no estaba a nombre de esta Asociación, pero lo mas delicado de todo es que le heredó un problema a la nueva administración, donde seguramente tendrá graves consecuencias la nueva gestión encabezada por Epigmenio Zermeño Ramos y su Consejo Directivo, ya que al tomar posesión aceptaron todas las irregularidades creadas por Mancilla Pérez.

Desde hace muchos años conozco a la familia de Epigmenio Zermeño, así como a varios integrantes del Consejo Directivo, y se que es gente honorable y respetuosa de nuestro Deporte Nacional, por lo que no se pueden prestar a seguir el juego, a solapar o a encubrir, y por consiguiente, a ser cómplices de alguien que incumplió y que dejó mucho que desear en su cargo como Presidente.

A pesar de los ingresos que tiene la Agrupación de Charros Regionales de la Villa, desafortunadamente sus instalaciones, inauguradas en el mes de noviembre de 1980, siguen en las mismas condiciones estructurales, pudiendo ser uno de los mejores Lienzos Charros de esta Ciudad Capital; el problema es que gran parte de sus administraciones, con sus honrosas excepciones, han utilizado los ingresos para otras causas y no para beneficio del propio inmueble, ni del de la charrería como deporte.

Ahora en esta administración llegó una nueva generación gente joven, de personas bien preparadas y bien intencionadas, por lo que es el momento justo para que lleven a esta agrupación a que retome el camino a ser “La Catedral de la Charrería en México”.