Ramón González Barbet

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A pesar de que el Presidente de la Federación Mexicana de Charrería (FMCH), José Antonio Salcedo López, solo tiene 2 meses y medio en el cargo, debe ser indignante para todo elemento federado, hombres y mujeres, la forma tan burda que tiene para tratar de engañarlos con la mayoría de sus propuestas hechas en Campaña, propuestas que ahora sufrieron cambios recientes en su corto tiempo de gestión, acto aplicado tanto en la rama administrativa, como en el aspecto deportivo. Presidente, ¡Ya chole con su supuesta habilidad para tratar de engañar a la gente¡, ¡Ya chole con modificar de manera perversa las propuestas económicas hechas en campaña para ganar votos!, hizo cambios absurdos en lo deportivo, intenta burlarse de la Federación que usted representa, no respeta sus estatutos, exige un mayor número de asegurados generando un incremento en el gato económico de las Asociaciones, contrata aseguradoras que no tienen un prestigio ganado en el mercado especializado de seguros, realiza cambios improvisados que generan conflicto de sus intereses, por favor Presidente, ¡Ya chole con su mentira de que usted está preocupado por la economía de sus representados!, ¡Ya chole con decir que el federarse es totalmente gratuito para todo aquel que se federó en el año 2020!.

Respecto a los cambios en lo deportivo, son cambios que, según la opinión generalizada, impactan y dictan un retroceso deportivo, pero además, la manera en la que se realizaron está fuera de la Norma Estatutaria, ya que debió hacerse durante la Asamblea General Ordinaria de la Federación, Asamblea, que de acuerdo al Artículo 196 del Capítulo XLIV, se realiza anualmente durante el Congreso y Campeonato Nacional, y es ahí, donde de acuerdo a su inciso 3, se deben marcar proposiciones de reforma al estatuto y/o a sus reglamentos.

Con lo antes mencionado, todo parece indicar que se pasaron por el Arco del Triunfo sus propios estatutos, con una junta extraordinaria, que no es supletoria, siendo una medida crudamente impuesta, porque todo cambio primero debe circularse en forma oficial y general, complementado con mesas de trabajo con una audiencia abierta para todos los involucrados, y yendo más lejos, esto, aparte de ser impositivo, también es corrupción al manejar desde ahora un serio Conflicto de Intereses.

Lo verdaderamente espeluznante de sus cambios en el Reglamento Deportivo, es en la suerte de colas, donde ahora permite al coleador 2 o 3 oportunidades para arcionar, bueno, las que le alcance en su recorrido de los 60 metros que tiene la manga; ¡no se si reír o llorar!, ya que se está haciendo de una surte tan vigorosa, una práctica de rutina, y mi pregunta es, ¿Por qué querer institucionalizar la mediocridad, cuando hoy en día los charros se han venido superando en capacidad y nivel deportivo?

Con el nuevo Reglamento, aun le quedan oportunidades y 10 metros para arcionar