Como sabemos, Acapulco es el destino turístico de todos los mexicanos, principalmente para los habitantes de la Ciudad de México y su área conurbada, quienes año con año visitan el Puerto en repetidas ocasiones, convirtiéndose en el paseo ideal para los fines de semana familiares o de grupos, haciéndolo el destino de playa favorito por su cercanía y por la variedad de hoteles al alcance de todos los bolsillos, desde los ubicados en la zona tradicional, hasta los de la Zona Diamante.

Los huéspedes de cualquiera de estas zonas aportan un impuesto a los hoteles que se utiliza para promover a Acapulco como un gran destino turístico, o por lo menos así se había manejado hasta que llegó el señor Pedro Haces Sordo, ahora ex presidente del Fideicomiso para la Promoción Turística (Fidetur), quien permaneció en el cargo poco más de nueve años, en los que desatinadamente cambió la promoción de todo Acapulco, concentrándola únicamente en la Zona Diamante, abandonando la promoción nacional y concentrando los recursos en una internacional, como la Feria Turística Anual de Madrid (Fitur), en la que se gasta un dineral con resultados menos productivos sin enfocarse en el turismo nacional.

Durante este tiempo, los presidentes de la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas de Acapulco (Aheta) mostraron su inconformidad porque no se exponía la realidad y la variedad del sector turístico hotelero. Cómo presidentes de esta asociación conocen el mercado y sus necesidades, entre ellos José Salgado, quien como representante de los hoteleros y como gerente general del hotel El Mirador, ubicado en La Quebrada, no tenían la difusión de este sector; máxime que La Quebrada y sus clavadistas son un símbolo que le dan reconociminto Nacional e Internacional a Acapulco; posteriormente, Jorge Laurel, gerente general de Suites Jazmín que presidió a AHETA de 2015 a 2018, periodo en que tampoco fueron escuchados; ni por el Secretario de Turismo Estatal, Ernesto Rodríguez Escalona, ni por Pedro Haces; personajes que continuaron promoviendo únicamente la Zona Diamante, traicionando la confianza de todos los hoteleros de las zonas tradicional, centro y Dorada.

Todo sucedió, y tuvieron que hacer el ridículo a nivel nacional en los medios de comunicación, para que el gobernador del Estado, Héctor Astudillo Flores, protestará por la campaña de promoción del pasado 4 de agosto, presentada por Pedro Haces, manifestando: “Lamento la equivocada Campaña de Promoción de Acapulco, que fue inoportuna, insensible e imprudente, si no nos ayudan no nos perjudiquen; visitantes como lo hemos dicho siempre, aquí los esperamos”, no es posible que el Gobernador de Guerrero se sienta sorprendido, ya que desde hace años, la promoción turística del estado ha sido un desastre completo, y como siempre el hilo se rompe por lo más delgado, pagaron justos por incompetentes.

Alejandro González Molina, ha sido el único Secretario de Turismo que ha promovido las diferentes Zonas de Acapulco, con una campaña intensa y agresiva, ojalá tomarán ese ejemplo, ya que en la actualidad existen alertas internacionales para no viajar a México, situación que agravó la falta de turismo extranjero, aunado a la pandemia, a la cancelación del programa ProMéxico, a la desaparición del Consejo de Promoción Turística, al mal manejo del Secretario de Turismo Federal y la fracasada campaña pagada por el Gobierno Estatal para atraer turistas jóvenes, campaña que fue mal pensada, fuera de orden y dirigida a un mercado equivocado, ya que hoy más que nunca Acapulco es para el turismo nacional en cualquiera de sus modalidades, por lo que una vez más, a pesar de no ser reconocido por el actual presidente de Aheta, José Luis Smithers, la Bahía de Santa Lucía, será rescatada por el turismo de México.